Una de las cosas en las que hay que tener en cuenta es el material de la plancha: existen modelos fabricados en cromo, cerámica o hierro fundido siendo la más habitual esta última comentada. La limpieza y los pasos a seguir serán diferentes dependiendo del material. Una mal limpieza hará que los productos que sirvas bajen de calidad.
Pasos para limpiar una plancha de hierro fundido
1. Deja que la plancha se enfríe
2. Quita los restos de grasa que haya en la superficie con la ayuda de una espátula de metal.
3. Cuando la plancha este todavía un poco templada, añade agua tibia y deja que haga burbujas durante un rato. ¡No te asustes!, con estos conseguimos que los restos suban a la superficie
4. Volvemos a pasar la espátula para eliminar la suciedad que ha aparecido
5. Vuelve a añadir agua y utiliza un estropajo para continuar limpiando y eliminar todos los restos
6. Seca la plancha utilizando papel de cocina, consiguiendo así que quede impecable
7. Para terminar, añade unas gotas de aceite a un trozo de papel de cocina. Pásalo por la superficie engrasándola bien y caliente un poco la plancha para que el aceite no quede pegajoso.
Con estos sencillos pasos, plancha de cocina lista para utilizarla cuando se necesite
Pasos para limpiar una plancha de cromo
Las planchas de cromo son iguales que las de hierro fundido con la diferencia de que estas tienen una capa de cromo por encima. Esa pequeña particularidad hace que su mantenimiento y limpieza sea diferente. Para raspar la suciedad y la grasa utiliza una espátula de teflón en lugar de metal. Evita también utilizar abrillantadores caseras como el vinagre o el limón ya que dañan la superficie. Todo lo demás es igual que a las planchas de hierro.
Pasos para limpiar una plancha de cerámica
1. Cubre la superficie de la plancha con agua tibia y jabón y déjalo así durante varios minutos.
2. Limpia cada rincón de la plancha con una esponja suave, la cerámica es mucho más delicada de ahí la recomendación de utilizar una esponja.
3. Una vez limpia, seca la superficie de la plancha con un trapo de cocina seco y después con papel de cocina.
4. Calienta la plancha un poco después de limpiarla y asegúrate de que no quedan restos de agua. El agua no es un buen aliado en las planchas de cerámica.
5. Engrasa la superficie con aceite en papel de cocina.
6. Vuelve a calentar la superficie después de haberla engrasado. No te olvides este paso, de ser así el aceite se pone rancio y la superficie pegajosa siendo toda una odisea limpiarla.
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